El gatito correteó...

El gatito correteó juguetón entre sus piernas. No es que le hiciera demasiada gracia reconocerlo, pero le había cogido cariño al felino. Su pelo no era precisamente suave, pero había algo en su mirada que le hacía único en su especie, sus ojos transmitían cariño, ternura; y a la vez daban sensación de vulnerabilidad, reclamaban protección.

Le había encontrado en la calle una noche de regreso a casa, después de un día duro de trabajo. Cuando estaba abriendo la puerta del portal oyó un ruido, un gemido de angustia no muy lejano. Sin quererlo buscó el origen de ese quejido y lo encontró refugiándose de los ajetreados transeúntes debajo de un coche. Sin pensarlo lo cogió con sumo cuidado, como si fuese de cristal y lo subió a casa.

De eso hacía ya un mes. Y no podía quejarse, porque ahora que vivía sola se echaba en falta la presencia de otra persona en su casa, y el gato le hacía compañía. Le esperaba en el hall cuando llegaba de trabajar, maullaba suavemente cuando tenía hambre, se acurrucaba en su regazo cuando se sentaba en el sofá a leer el periódico o se colocaba a sus pies cuando llegaba la hora de descansar.

Si es que podía. Porque últimamente no tenía tiempo ni de dormir. El stress del trabajo se estaba volviendo cada vez más insoportable, y deseaba que todo terminara pronto, porque si no iba a pedir unas vacaciones por adelantado. Ser criminóloga no era fácil. Y últimamente la racha no era demasiado buena, ya que llevaba algo más de un año trabajando en unos asesinatos que al parecer, estaban relacionados entre sí.



La primera víctima apareció muerta en la bañera de su casa, con una serie de cortes en las muñecas y brazos. Lo cual sugirió en un primer momento, un posible suicidio. Pero cuatro meses meses después, apareció una segunda, tumbada en la cama, también con heridas que esta vez se extendieron a piernas y pies. Y la tercera, apenas dos meses después, sobre el suelo de la cocina, con las mismas inquietantes heridas (esta vez por el tronco).

Después de esto se descartató el suicidio, puesto que el examen forense determinó que la causa de la muerte de las tres víctimas había sido la asfixia.

Pero los datos seguían siendo confusos.

Las tres mostraban signos de haber sido violadas en repetidas ocasiones. Análisis posteriores detectaron restos de un somnífero muy potente en su sangre, y las heridas que presentaban eran postmorten.
Por otro lado, las víctimas no tenían conexión alguna, excepto que las tres eran mujeres jóvenes. Ni la edad, ni la raza, ni el trabajo, ni las amistades las relacionaba.

Aún conscientes de que no había nada claro, se estableció un posible perfil de asesino: Varón, de entre 25-40 años, probablemente una persona abierta, culta, inteligente, meticulosa y con don de gentes. Pero aún no se conocía la relación de éste con las víctimas, ni el móvil. Quizá era un sádico que solo mataba por placer, o puede que un pobre loco con esquizofrenia que no era consciente de sus actos...


Lo más extraño de todo era que, a pesar de que hicieron análisis exahustivos en el escenario del crimen y alrededores, no se encontraron
fibras ni pelos de ningún tipo. Ni siquiera una sola huella dactilar. Nada de nada. Todo estaba limpio y esterilizado con una pulcritud de quirófano.

Nadie podía ser tan perfecto.




Alli estaba ella, sentaba en el salón. Aunque hoy había salido antes de trabajar, seguía dando vueltas al asunto. El caso le estaba sacando de sus casillas. Era como si cada vez que hubiera un asesinato volviesen a empezar de cero. El stress estaba haciendo mella en su grupo de trabajo. Realmente desesperante. Miraba las fotos de las víctimas y de los escenarios una y otra vez. Sus pensamientos daban vueltas en círculos y se preguntaba: ¿Qué se nos escapa?


El gatito seguía enredado entre sus piernas jugando con la pelota. Ahora estaba lloviendo, pero eso no la distrajo. De pronto sonó el timbre y la despertó. Los ojos del gato se dilataron y salió corriendo hacia la puerta.

Se levantó perezosamente del sofá y se acercó a la entrada. Abrió con cautela. Un hombre guapo y calado hasta los huesos esperaba.

-Perdona -dijo con una cálida sonrisa- Creo que encontraste a mi gato.








Ðũļċe Ŀōςϋra




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34 confesiones:

Fiesta de Colores dijo...

Gracias por pasarte y comentar, pasate cuando quieras, que siempre pongo cositas nuevas a precios guays.

Al haber posteado en el post del sorteo, entras a formar parte de el :)

un saludo!

Anónimo dijo...

Te ha quedado redondo!!!! Me encanta esa circularidad y la coneión de dos elementos que nada tienen que ver (al menos aparentemente)

Anónimo dijo...

muy bueno... y muy bueno el truco para entrar en casas de mujeres desconocidas, pero con gran corazón... voy a empezar a hacer perder a mis perritas más seguido ;)

sevemos

Cuervo dijo...

Halaaaaaaaa!!

un relato muy chulo, si señora. Bien planteado y con un final muy redondo... o eso creemos, por que a lo mejor el hombre del gato no tiene nada que ver con el caso. ¿habrá continuación?

Pedro dijo...

¡Que tio más malo! ¡ Utilizar un gato para eso! Jjajjaja Has sido muy original además conectas de una forma muy naturla la frase del principio con el final y el desarrollo del cuento ( y el misterio del asesinato). Humm quizas tu género sea el policiaco...

Un abrazo,

Pedro.

Luz de Luna dijo...

¡Genial!, que misterioso y circular....¿continuara?.Salu2.

Óscar Sejas dijo...

Uhhhhhhh que mal rollito da eso...suena a frase típica de película "perdona, creo que encontraste a mi gato"...o sale corriendo con toda la fuerza que sus piernas le permitan o vamos a tener una nueva víctima.

Pues se te da muy bien el género policiaco...a mi me ha encantado.

Un abrazo

Anónimo dijo...

¡Horatia! Pero serás friki de CSI... Anda, que poner como excusa a un gatito para sacar una historia macabra :-P. Me ha gustado mucho la historia, muy imaginativa.
Un besazo.
PD: Me voy con la Estética Renacentista (de los Cojones) xD.

Anónimo dijo...

Ya sabemos lo que las unia a todas. Primer thriller muy bien conseguido. ¿Los arañazos por distintas partes del cuerpo...eran obsequio del felino? Hasta otra!

la_filologa dijo...

Ya estoy yo saltando con comentarios que no tienen nada que ver con la entrada, pero no podía aguantarme. Después de haber hecho una pausa laaaaarga en el libro, no sé muy bien por qué, terminé de leerme Sushi para principiantes (creo que es así el título en español) y sí, me sorprendió el final. Siempre tuve una pequeña, pequeeeeeeeña intuición de con quién acabaría Ashling, pero el mundo, incluso el literario, es tan poco grato para las que no somos casi pluscuamperfectas cual Lisa. Ah, una pregunta, ¿cómo te imaginas tú físicamente al prota? Yo, por alguna razón (probablemente haber estado leyendo el libro mientras estaba la tele de fondo en Irlanda), lo asocio con el jefe de Betty en la versión americana de Betty la fea. De verdad.

Juanjo Montoliu dijo...

Muy desconsiderado el gato por no habérselo advertido, y muy poco prudente el asesino por ir a casa de una criminóloga.
A mí no me vienen las soluciones a casa tan pronto.
En resumen, gran relato felino.
¡Qué tendrán los gatos!

Besos.

Anónimo dijo...

Un relato genial, sobre todo por el final. Creo que nos has dejado a todos con la duda, pero no te podía haber salido mejor. Muy bueno ^^

Bea dijo...

Hola guapa!!! ahora que tengo un respiro vengo de nuevo. Los exámenes ya se van alejando poco a poco.
Me ha encantado el cambio que has hecho y estoy contenta de decirte que ha ido a mejor.
También me alegro de que pudieramos hablar y aclarar lo ocurrido.
Yo te considero una amiga a pesar de la distancia.
Te mando un besazo enorme y hasta pronto princesa!!!!

Anónimo dijo...

Bueno, para empezar lo que está claro es que criminóloga no eres jijijiji!!!! Pero el relato es muy bueno, porque te tiene en vilo hasta el final y una vez llegado a ese punto, te queda muchas incógnitas en el aire... Que puede ser un final abierto como a mi me gusta o un continuará que puede sacarle mucho jugo. En tus manos está elegir porque es muy atractivo.
Un abrazo.

Becaria dijo...

Muy buen relato.....muchas gracias!!!

Un besote!!!

Anónimo dijo...

Como todo lo que escribes, no hay momento del relato que deje de resultar interesante. Me ha ayudado a desconectar un poco del divertido mundo del Dº Mercantil II. Sigue haciendo regalitos así que seguro te lo agradecemos como éste. Un abrazo loca. Dan.

Tamaruca dijo...

Joder... qué bueno el relato.

Y qué mosqueo :O

Y encima el comentario de Poio... ya no recojo más bichos de la calle, ea! :D

Mmuaaa!

Jobove - Reus dijo...

si puedes pasa, gracias

Anónimo dijo...

Pues para ser tu primera vez que escribes sobre este tema te ha quedado genial!!
Y el final me ha encantado, no conseguía explicarme cómo ibas a hacer que el cuento acabara con un mínimo de interés habiendo sólo presentado a la protagonista y a su gato, pero te ha quedado fabulosísimo!!!!
smuaksssss

Anónimo dijo...

había notado esa dualidad, dulce, por eso me gustó la idea :P

vamos, tam, no arrugues, quién sabe quién puede ser el dueño del proximo bicho que recojas en la calle ;)

sevemos

Anónimo dijo...

Ui q cantidad de gatitos se han perdido esta semana... jijiji...

Oye, te ha quedado redondo, eh? Ademas que le has sacado un partido tremendo a todos los elementos, muy muy complicado.

Besitos!!

tormenta dijo...

Oiiis que mal rollito...
hay que pensarselo antes de acoger aun gato callejero ^^
Lo has clavado con el final, me ha encantado guapa!
un beso

beyo dijo...

aaah! qué intríngulis! pues si le ha cogido cariño al gato, que se quede con el hombre, que el animalillo vendrá en el paquete, no?

Anónimo dijo...

Qué cabrón de gato, además de cómplice, encubridor.
Buen relato. Un beso.

Pugliesino dijo...

Ante todo celebrar tu regreso, y de que forma! La verdad es que nos dejas con la intriga, o haciendonos creer que lo que se piensa es lo lógico, o así debería ser, o tampoco tiene que ver, o es el gato! Creas un ambiente de tensa espera de que algo tiene que suceder a medida que se lee, porque tu narración va in crescendo en emoción hasta el sobresalto del momento en que llaman a la puerta! Un final de broche de oro.
Un abrazo!

Raquel dijo...

:O

Cambio de look, me gusta!
Besos fuertes, guapa.

Anónimo dijo...

Cuantos cambios!! Yo tmb stoy de reformas, aunque he tenido abandonado el blog dos semanas, pero ayer x la tarde cuando salí de trabajar volví x estos lares...

Q tal todo??

mua!!

EleN dijo...

Wooooo me encantan esas últimas frases de los relatos que me hacen chillar ¡¡que wayyyyy!!
¡Sigue así!

EleN dijo...

Por cierto, he leido tu post anterior. Me encanta esa canción de Maná,es preciosa. Tambien me gusta mucho Por qué te vas. En genteral me gusta mucho ese disco.

Cripto dijo...

Hola, estoy intercambiando links con gente de otros blogs, para aumentar el tráfico de visitantes ¿te apuntas?

saludos a todos y pasaros por mi blog, ya me diréis...

Rodavlas dijo...

GENIAL... Me encantó el relato...

Saludos.

Anónimo dijo...

El dueño del gato no será el asesino no???? Prefiero q el cuento se convierta en una historia de amor jijijij.

1beso!

bepasonico dijo...

Saludos

Todo un gusto el leer tus relatos, interesantes historias, muy buenas,
Ya decía yo que los felinos siempre esconden algo, bueno será que no me agradan mucho.

Anónimo dijo...

Has hilvanado maestramente un circulo literario, mágico, apasionante. Una dulce locura...
Mil abrazos.