Crossroad

Hay momentos en la vida que simulan un cruce de caminos. Y entonces, en ese preciso instante, reflexionas. Te das cuenta de que quizá aquella decisión que tomaste un día (una amistad que no te convenía, un mal de amores, aquel trabajo rechazado...), te llevó por un camino que puede que no fuera el idóneo, pero ya es tarde para averiguar qué hubiera pasado si hubiésemos elegido otro camino.

Así que ahí te encuentras. Puedes girar hacia uno u otro lado, o, seguir de frente. Tú decides. A veces tienes a alguien que te aconseja que camino tomar, pero, al final, la decisión es sólo tuya. Tú haces tu propio camino. No soy de las que me arrepiento cuando decido algo (a lo hecho, pecho), aunque he de reconocer que ahora hubiera hecho ciertas cosas de otra manera.

Entonces decido seguir hacia delante, sin prisa pero sin pausa. Deseando que el futuro nos traiga lo mejor.